¿En tu casa o en la mía? Así afecta la limpieza y el orden a una primera cita

Hombres y mujeres limpian su casa a conciencia antes de un primer encuentro, pero no reaccionamos igual tras comprobar cómo vive nuestro nuevo ligue.



¿Qué harías si al ir a casa de tu última conquista te encontrases un baño sucio, un salón revuelto y un dormitorio con la cama sin hacer? Pues según el estudio que acaban de publicar el portal de citas edarling y un portal de servicios de limpieza Helping el 66% de las mujeres no repetirían pero el  64% % de los hombres sí.

La investigación pretende aclarar qué relación existe entre las primeras citas y el estado del hogar de nuestro ligue y, si no dividiésemos los resultados por género, el titular sería que la mitad de los españoles (49%) no tendrían una segunda cita con alguien que no cuida la limpieza de su casa. Como afirma Sara Grana, Brand Manager de eDarling “nuestra casa es un reflejo de nosotros mismos. Cuando conocemos a alguien nuevo intentamos sacar la máxima información posible de cada detalle” y parece que si los detalles indican que estamos con alguien que no atiende el lugar en el que vive, tanto hombres como mujeres tomaremos nota de esta condición “porque la limpieza y el orden son factores de importancia a la hora de la convivencia en pareja y también a la hora de llevar a una cita a nuestra casa” afirma Alberto Cartasegna, Country Manager de Helpling. 

Si un rato antes de la cita pensamos que vamos a triunfar, unos y otras nos esmeraremos en arreglar nuestra casa. Y el estudio indica que este esmero es más evidente para los hombres porque, en un porcentaje cercano al 90%, admiten “limpiar su casa especialmente ante la posibilidad de una cita” frente al 80 % de mujeres que comparten esta afirmación. Y esto a pesar de que el estudio asegura que la mitad de los encuestados invierte más de 3 horas semanales en limpiar su casa, hay consenso respecto a lo poco que nos gusta planchar a hombres y mujeres y el 84% de los participantes afirma que si confía en que la cita acabará en su casa se afanaría en limpiarla y ordenarla sin dudarlo igual que se afana en su aspecto personal.

La escena podría ser la siguiente: habéis quedado para ir a una exposición, parece que ambos queréis seguir de cañas y después una cena improvisada en ese sitio tranquilo en el que había sitio. Sonrisas, manitas, por fin un par de besos y… si eres mujer y tu casa está hecha un desastre te quedarás sin postre en un 43% de los casos. Y, si eres hombre, tampoco te atreverás a que vean que tu salón es un campo minado de calcetines sucios en el 37% de las ocasiones. Una suerte de autoestima doméstica ha jugado un papel bastante relevante en el inicio de vuestro romance, tanto que ha frustrado su consumación en más de un tercio de los casos.

El estudio nos da más pistas para prevenir situaciones como la anterior en las que triunfa la vergüenza por ser una calamidad de amo o ama de casa, en lugar de la promesa de un rato de sexo afortunado: en lo primero que nos fijamos cuando vamos a la casa de nuestra cita es en la limpieza del baño (59,5%), después en la limpieza del salón y la cocina (36,1%) y por último en la limpieza del dormitorio (4,4%). Esta abrumadora diferencia tiene su lógica, si hemos llegado hasta el dormitorio a pesar de lo que hemos visto en el salón se ve que no estamos para muchos más remilgos...

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