UNA FIESTA SEXUAL EXCLUSIVA DE LA MUJERES

Las despedidas de solteras eran reuniones que se efectuaban entre mujeres casadas con una futura esposa para explicarle, a juicio y medida de cada una, lo que le esperaba en el terreno sexual.

Por supuesto que dicha “fiesta” jamás la iba a olvidar, si muchas veces era la primera vez que oía de coitos y de la forma en que debería conducirse con un hombre al que debía permitirle tocar su cuerpo pero “sin hacer mayores demostraciones” porque podría ser tachada de mujerzuela.

Esta reunión era una parte de la educación sexual que entonces recibían las mujeres y muchas veces era la primera y única vez que tenían este tipo de conversaciones. Era como una forma de “instruirlas”.

EL PENE, INVITADO DE HONOR

Obviamente, con el tiempo esta técnica se fue relajando y empezó a tornarse un poco menos rígida en su contexto, pero no mejoró mucho sobre el contenido sexual. Ésta sigue siendo una fiesta alrededor del sexo ya que ahora hacen su aparición los genitales masculinos en forma de pastel, vasos y por supuesto prendedores. Curiosamente, sigue siendo el pene la estrella de la reunión y no la mujer.

SEXO EN PRIVADO

Las despedidas de solteras tenían el misterio de ser fiestas donde los hombres no podían asistir y que tenían una connotación sexual, por ello resultaban muy intrigantes para los esposos y aún más para el novio. No se llevaban a éstas a las hijas menores de edad y menos a los hijos.

Después de los años 70, éstas se catalogaban por las mismas mujeres entre sanas y pesadas, de acuerdo al contenido de juegos y lenguaje que las invitadas utilizaran.

EL JUEGO EXTREMO

Los juegos son parte de la fiesta, sobre todo si se realiza en alguna casa. Estos no siempre son divertidos y en ocasiones resultan ofensivos y hasta grotescos. Algunos incluyen desnudar a la novia, manosearla y hasta llegan a extremos de usar dildos como castigos.

En otras ocasiones las despedidas se hacen como salidas a bares o a ver espectáculos de hombres streepers, que también pueden ser contratados a domicilios. Lo curioso es que la mayoría de las veces son las amigas o las familiares quienes se “liberan” más que la propia novia, quien le entra menos al relajo por aquello de que al novio, al ver el video de la fiestecita, no le vaya a parecer que a unas horas de la boda ella estuviera agarrando mercancía ajena.

En otras ocasiones la bebida también es factor importante y la resaca de la despedida hace que la novia y sus acompañantes aparezcan en el altar con una cruda que apenas el maquillaje puede tapar.

TAREA KAMASUTRA

Para el libro más popular sobre el amor, El Kamasutra, la creatividad y la originalidad son indispensables para lograr que el apetito sexual no abandone la alcoba, por ello, las posturas que explica el texto son “las que se deben dominar” y de estas aparecerán por medio de la originalidad de la pareja otras más para el gozo sexual.

Una de ellas es la que conocemos como la sorpresa, posición para los amantes de las posturas primitivas pero sofisticadas. En ella, el hombre de pie toma a la mujer por detrás y la penetra agarrándola por la cintura. Ella relaja el cuerpo y se deja “caer” hacia adelante para apoyar sus manos en el piso. Él es quien marca la cadencia del coito. El placer en la mujer se concentra en el ángulo de abertura de la vagina que es limitado y por ello produce una penetración más ajustada.

En los hombres la sensación más poderosa se expande en el glande que entra más apretado. Una de las ventajas es que el campo visual del varón abarca el ano, los glúteos y la espalda, zonas erógenas que facilitan el jugueteo y la excitación. Lo malo es que se requiere mucha flexibilidad y fuerza en las piernas por parte de la mujer.

Fuente zocalo.com.mx