El vibrador, ¿un pequeño gran enemigo para el hombre?


Muchos piensan que los vibradores son juguetes para hacer más llevaderas las noches solitarias... Lo cierto es que cada vez son más las parejas que se animan a probarlo juntos y lo introducen (nunca mejor dicho) en su rutina sexual.


Cuando una pareja lleva tiempo saliendo, a veces, las relaciones sexuales se hacen monótonas. No es que tu pareja te haya dejado de excitar, sino que el día a día o la falta de novedad hace que hagamos las cosas más mecánicas. 
Los preliminares se esconden en un cajón y sólo se sacan en fechas señaladas. Para el resto de días, que suelen ser escasos, recurrimos al 'aquí te pillo, aquí te mato'. Es en este momento cuando el sexo con nuestra pareja necesita ser rescatado pero, ¿cómo podemos hacerlo?
Son muchas las técnicas que podemos utilizar: crear situaciones, recurrir a la excitación a través del porno e incluso para los más atrevidos o liberales realizar intercambios de parejas. De este tipo de tácticas hablaremos en otro momento, ya que la forma más fácil y quizás divertida de revivir nuestra vida sexual con nuestra pareja sea recurriendo a los juguetes sexuales (o al menos para ellas).

No un suplemento, sino un complemento

Es importante saber qué es lo que se busca para elegir un vibrador que se adapte a nuestras necesidades. En el mercado hay todo tipo de productos: dildos, vibradores, dilatadores anales, de diferentes materiales y formas, desde el más sutil (¡esto parece un pintalabios!) al más explícito, con todos los detalles anatómicos...
Desde el punto de vista de ellos, las mujeres recurren a un aparato cuyo tamaño suele ser mayor al de la media normal de penes 'patrios' y que, además, usamos a nuestro antojo, sin necesidad de ponernos coloradas si queremos pedir algo. A esto se añade que en muchos casos no sólo vibra y se mueve, sino que también estimula una parte que para muchos varones es desconocida: el clítoris.
Es normal que ellos se sientan intimidados por tal utensilio, por eso cuando una pareja utiliza estos juguetes para mejorar su vida sexual no deben suponer un suplemento del cónyuge si no un complemento del mismo. Chicas, imaginad que estáis en pleno apogeo con vuestras parejas y que de repente sacaran del armario una muñeca hinchable con la que llegaran al orgasmo mientras tú miras. Ocurre lo mismo con ellos.
Los juguetes sexuales son buenísimos para mejorar, divertirse y cambiar la monotonía por una vida sexual mucho más plena y mejorada, pero no olvidéis que la persona que tenéis al lado es con la que realmente debéis compartir vuestro momento de placer. El resto no tiene alma, sino un motor que puede apagarse en el momento más inapropiado.

Fuente:Gonzoo

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