VIBRA CON ÉL

Integrar artículos o juguetes eróticos es una fantasía muy común pero que para muchos implica dificultad para plateárselo a su pareja
pareja
En general, proponer nuevas dinámicas o expresar fantasías, nos vulnera, nos sentimos frenados por una sensación -muy heredada de nuestra cultura sexofóbica. En especial las mujeres. Para nadie es secreto. Y hemos desarrollado una especie de capacidad femenina de ‘sin querer, queriendo’ integrar nuevos ingredientes a la cama.
Y muchas hoy se mueren de curiosidad por experimentar con las vibraciones; por sentir en piel propia, clítoris propio, las bondades de varias vibraciones por segundo como estímulo ideal para llegar al orgasmo de una manera certera y casi matemática. Una no puede dejar de pensar, ‘Claro, si unos dedos o lengua hábiles pueden llevarme a las estrellas y más allá del Nirvana, tengo que saber lo que haría un artefacto que multiplique el efecto’.
Vaya, aquí el tema es que muchos, pero muchos hombres aún se sienten en competencia con un dildo vibrador, por su evidente forma fálica. Pero, nada más excitante que compartir el juguete, utilizarlo juntos; compartir la vibración. Así:
1. Necesitas un anillo vibrador, un Sico Ring®. Justo, ideal para iniciarse como aprendiz de vibraciones placenteras.
2. No te anuncies, no llegues con él y digas ‘Mira lo que traje cariño’. Sorprende.
3. Una vez que ya hubo besos, caricias, pasando a las artes penetrativas, móntate sobre su pelvis y una vez que han comenzado los embates del pene, desempaca el anillo y lubrícalo muy bien con lubricante y enciéndelo (sólo debes deslizar el botoncito que está integrado en la bala vibradora).
4. Masajéate a ti mismo (quítate esas ideas retrógradas de la cabeza, es tu cuerpo). Comienza desde los labios menores, recorre la tableta o bala (que es lo que vibra), hacia la pelvis y genitales de él, al ritmo de los embates de su pene. O sea, cuando el pene sale ligeramente en el vaivén, estimula con el vibrador esa porción del tronco. Cuando viene de regreso, o sea, penetra, esa vibración por obviedad llegará a tu clítoris.
5. Otro gran punto en él: la zona exacta en donde los testículos o bolsas escrotales se unen con la base del tronco del pene. Justo donde termina la rayita divisoria, es muy sensible. Así que sólo toma el anillo, pasa la mano por detrás de tus caderas, levanta ligeramente la cadera y colócalo ahí, un buen ratito.
6. Y después de repetir esto cuantas veces gustes, déjalo simplemente sobre tu clítoris. Percibe las vibraciones y -si él no está demasiado sorprendido- dáselo para que te masajee con el Anillo.
7. Pídele que se lo coloque en el pene (introduciéndolo en el anillo) y continúe penetrándote.
#FelicesOrgasmos
Fuente elsyreyes.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿QUÉ ES EL BONDAGE?

¿Por qué nos excitan tanto los besos?

Sexo tántrico